Hace meses me ronda en la cabeza una especie de guión de cine parecido a esto pero con un hombre y una mujer. Un día saco tiempo y os lo cuento. Yo creo que lo petaría.
Lo mejor es que la historia viene porque un portero le preguntó que si era chico o chica para cobrarle más o menos la entrada a la discoteca. El cretino se sintió ofendido y se lió el pollo.