Mi experiencia con los moros en Ceuta (tema serio)
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Es un tema muy recurrente últimamente, en el que algunos vaticinan un gran desastre, que los seres de luz nos van a comer y esas cosas. Aunque hay algunos motivos para preocuparse, yo sinceramente dudo mucho que ese día llegue: Europa ha pasado por cosas peores que unos cuantos moros zumbados.
Dicho esto, mi experiencia con los moros se remonta a mi niñez-adolescencia, cuando solía ir a pasar parte del verano en CEUTA, frecuentando el barrio del príncipe y oteando el horizonte desde el monte hacho.
Tenía un buen amigo moro llamado Bilal, que junto a otros moritos de la zona dominaban las calles con chulería y brabuconería, sintiendo como la ciudad estaba a sus pies, conscientes lo blanditos que eran los de ahí arriba. Muchos chavales no moros ni siquiera estudíaban allí, se iban a vivir la mayor parte del año a ciudades costeras como Algeciras, por algo sería.Mi relación con los moros fue bastante variada, ya que mientras algunos de ellos eran buena gente, leales y desinteresados como ninguno, otros muchos dejaban entrever un futuro hasta arriba de mierda.
Un día ocurrió lo siguiente. Unos cuantos chavales blanquitos iban caminando tranquilamente cuando un moro hijo de puta como el solo, que se dedicaba a patear perros (tal cual lo cuento) decidió tomarla con ellos, porque sí.
Bilal me dijo que no hiciera nada, que me mantuviera al margen, pero se me cruzaron los cables y fuí a socorrerlos. Mala decisión. Apenas tuve tiempo de articular dos palabras cuando un negro de dos metros me cruzó la cara de un guantazo. Me quedé paralizado, el moro se dirigió a mí empujando y dándome algún rodillazo en la tripa, pero la adrenalina hacía que apenas sintiera dolor alguno. "Corre" escuché a lo lejos, y valla si lo hice, corrí como no había corrido en mi puta vida. El moro hijo de puta iba detrás, pero a los pocos segundos se cansó de perseguirme.A partir de entonces, empecé a verlos de otra manera. Hasta entonces no me tomaba muy en serio sus bravuconadas, pero ví que efectivamente algunos estaban tan zumbados como parecía.
Lo peor ocurrió un par de años después. Ya entonces me juntaba menos con moros, aunque me seguía llevando bien con algunos de ellos. A una amiga mía que era lesbiana, se le ocurrió rechazar de manera descarada a un moro hijo de puta. Éramos cuatro, y dos de ellos salieron por patas (no les culpo) pero yo traté de resolver el asunto por las buenas. Unos cojones. El amigo del moro me cortó el paso y me dijo que estuviera quieto.
A poco que me revolví y traté de apartarle me soltó un bofetón como advertencia. A mi amiga la patearon el coño hasta reventárselo, mientras la llamaba puta bollera y otros improperios.Yo no pude hacer nada, si me movía un centímetro me esperaba lo mismo a mí. No sabía que cojones hacer. Solo pude esperar a que se cansara de patearla y llevarla al hospital a cuestas. Nunca se me olvidará aquel día.
Seguí yendo a Ceuta los años siguientes, pero cada vez me apetecía menos salir por ahí: Algunos que parecían buena gente cuando eran mozos empezaron a juntarse con gente poco recomendable y dedicarse todo tipo de trapicheos. Les tenía bastante asco por aquel entonces, no les tenía ninguna consideración, ni siquiera a los mayores que llevaban vidas honradas.
Fue en Madrid hace unos pocos años, cuando toda esa rabia acumulada por lo que había ido viendo salió disparada. A un moro se le ocurrió liarla durante el cumpleaños de un amigo, no recuerdo muy bien lo ocurrido, sólo sé que hizo falta un insulto hacia mi persona de aquel energúmeno para que se me fuera a mí esta vez la pinza. Contra la pared y a cabezazo limpio. La cosa no fue a más porque me pararon, porque veía a esos dos hijos de puta de los que os he hablado mientras le zumbaba, y le habría matado allí mismo.
A día de hoy no quiero tener nada que ver con ninguno de ellos, y no me agrada encontrármelos por ahí, me da igual que sean buenos o malos, simplemente no quiero saber nada (sólo de Bilal, con el cuál sigo llevándome de puta madre) Ahora diréis que estoy prejuzgando y bla bla, pero es lo que la puta experiencia me ha demostrado, que por lo general esta gente no es de fiar, y que no me extraña que susciten tanto odio en algunas personas.
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Los moros siempre serán moros.
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A la entrada o a la salida
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Por lo general es lo que suele pasar con la inmensa mayoría de ellos, incluso si los conoces desde pequeños al crecer van cambiando hasta el punto de no ser ni la sombra de lo que eran... a mí me ha pasado pero con gitanos.
Yo por suerte solamente he tenido en mi vida un par de percances con moros:
· A los 12 años me vino uno con una navajilla a robarme un Casio; le di un par de hostias, le quité 600 pesetas que tenía y me quedé la navajilla. Se fue pidiéndome perdón.
· A los 14 años vinieron 2 de ellos a robarnos las bicis a mi amigo y a mí, el que vino a por mí le metí la rueda de la bici varias veces en el pecho, literal, el otro al ver el percal salió corriendo y lo dejó tirado.
· A los 15 años metieron por primera vez a uno en mi instituto y se creía especial o algo, iba faltándole el respeto a todo cristo y un día le dio por meterse con una chica de mi clase que tenía problemas de sobrepeso de los de verdad, le di la paliza de su vida y me expulsaron 1 semana. No se volvió a meter con nadie más de mi clase, con los demás lo hacía de vez en cuando.Con gitanos sí que he tenido historias para no dormir, muchas situaciones parecerían sacadas de un especial de José Mota
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@WasdCat dijo en Mi experiencia con los moros en Ceuta (tema serio):
@Submerstep dijo en Mi experiencia con los moros en Ceuta (tema serio):
Por lo general es lo que suele pasar con la inmensa mayoría de ellos, incluso si los conoces desde pequeños al crecer van cambiando hasta el punto de no ser ni la sombra de lo que eran... a mí me ha pasado pero con gitanos.
Yo por suerte solamente he tenido en mi vida un par de percances con moros:
· A los 12 años me vino uno con una navajilla a robarme un Casio; le di un par de hostias, le quité 600 pesetas que tenía y me quedé la navajilla. Se fue pidiéndome perdón.
· A los 14 años vinieron 2 de ellos a robarnos las bicis a mi amigo y a mí, el que vino a por mí le metí la rueda de la bici varias veces en el pecho, literal, el otro al ver el percal salió corriendo y lo dejó tirado.
· A los 15 años metieron por primera vez a uno en mi instituto y se creía especial o algo, iba faltándole el respeto a todo cristo y un día le dio por meterse con una chica de mi clase que tenía problemas de sobrepeso de los de verdad, le di la paliza de su vida y me expulsaron 1 semana. No se volvió a meter con nadie más de mi clase, con los demás lo hacía de vez en cuando.Con gitanos sí que he tenido historias para no dormir, muchas situaciones parecerían sacadas de un especial de José Mota
Esto huele a post legendario, si te apetece sería una idea genial hacer un hilo sobre esto conforme tengas tiempo.
RT
pd: Al tontopollas que haya votado negativo: He contado lo que he vivido ni más ni menos, si te molesta te jodes.
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ya mañana
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Yo antes no "prejuzgaba", el viajar y conocer a algunas personas me ha hecho hacerlo.
Por suerte y por desgracia al mismo tiempo, viajo a algunos países árabes por trabajo, al principio iba con la mentalidad de "hay gilipollas en todos lados, tanto en moros como en 'cristianos'"... Poco a poco me fui dando cuenta de una realidad que, para mi, es universal: los moros, como los gitanos: a la entrada o a la salida (guiño a @abcdefg.20 )
Me ha pasado casi de todo, desde intentos de robo (pero no sólo de hombres si no también de mujeres, niños y niñas), que una niña me diga en su francés de mierda que le diese mi móvil o le decía a su padre que la había violado... Incluso un trabajador que por aquel entonces estaba bajo mi mando me dijo que sabía la matrícula de mi coche y que mirase debajo cada vez que me montase en él.
Quizá algún día abra un hilo para contar mi experiencia, no quiero ensuciar el de @Caballero.