Sueño extraño: terremotos, persecuciones y erotismo.


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    Hola a todos/as:

    Os voy a contar un sueño que tuve la pasada noche. Pues bien, todo empieza un tranquilo día de un año que no se especifica y que yo estaba en mi casa de España normal y corriente enviando curricula (ya que el término "currículums" no es del todo aceptado puesto que en latín el plural de "curriculum" es "curricula) y de repente sube mi madre a decirme que dentro de unas dos horas habrá un terremoto que hundirá el piso y el bar (ya que debajo de mi piso donde vivo en España hay un bar que era de mis padres y ahora está cerrado por jubilación) y que, por lo tanto, teníamos que coger aquellos bienes más preciados antes de ese tiempo.

    Pues bien, tras decirme esto mi madre, yo dejé las maletas preparadas con el portátil en su correspondiente bolso ya que había acabado de preparar mis clases y se suponía que tenía que hacer las maletas para un supuesto viaje a un destino que no se especificaba.

    Por algún motivo, decidí ir a casa del que antiguamente era mi mejor amigo durante la infancia y que vivía en una casa que era una planta baja pero que tenía una especie de terraza bastante grande con un cuarto trastero donde guardaban réplicas de plazas de toros de madera y representaciones en madera artesanalmente hechas de calles durante las celebraciones de las fiestas de los llamados "Bous al Carrer" (Toros a la Calle) muy populares en mi pueblo y en la que también había una doble terraza en cuya planta superior habían dos depósitos de agua de color gris.

    Curiosamente algo me atrajo la atención en cuanto a la arquitectura onírica de su casa pues no tenía la arquitectura original que tenía en la realidad sino que tenía cinco pisos accesibles mediante unas escaleras de caracol cuya anchura era tan relativamente pequeña que apenas podías subir o bajar sin darte con los laterales de las barandillas a ambos lados. Eran de color marrón, lisas y talladas a la perfección pero con una ligera tendencia a resbalar si tu pisada no era firme suficientemente.

    Pues bien, fui a su casa porque me preocupaba si estaban bien o no en su familia por semejantes noticias y decidí llamar a la puerta y preguntar. Salió su madre y a él pude verlo en la lejanía con un 20% de oscuridad tras una penumbra en una habitación que había por falta de luz.

    -Hola J. ¿Qué sorpresa? ¡Cuánto tiempo! ¿Vienes a ver a M.?

    -Sí, así es. -dije yo. He venido para ver si os habéis enterado de las noticias del terremoto que tendrá lugar dentro de dos horas y que enterrará nuestros hogares en la penumbra del olvido.

    -Sí, nos hemos enterado. Por cierto, ¿tienes algo que hacer? Nos vendría bien tu ayuda puesto que tenemos un montón de recuerdos que nos gustaría llevarnos con nosotros antes de la llegada del terremoto y de su devastadora y futura destrucción.

    -Por supuesto. Dentro de nada voy a hacer un gran viaje y tengo mucho miedo porque me dirijo a la eternidad de un mundo desconocido. Me gustaría poder recordar viejos tiempos y llevarme al Extremo Oriente dichos recuerdos.

    -¿Dónde vas J.? -dijo su madre con un toque de sorpresa pues el recuerdo que de mí tenían era el de un chico tímido nada estudioso que jamás sería capaz de llegar a nada puesto que la última vez que tuvieron contacto conmigo fue a los 14 años en 2º de ESO. En aquel entonces mi aspecto era el de una persona descuidada y dejada, desmotivado por naturaleza y al que viajar no le hacía ninguna ilusión puesto que la única ilusión que tenía era la de jugar a la Game Boy Color al acabar las clases.

    -Me voy a Asia y parte del Extremo Oriente. Voy a dar español como lengua extranjera e inglés para principiantes y me pagan bien. -dije yo con tono neutral informativo.

    -Dichosos los ojos que te ven. Veo que ahora eres el legendario gran viajero; aquel cuyo conocimiento cambiará la faz del mundo e iluminará los rincones oscuros de la ignorancia de muchos que en la cueva de la mala suerte se hallan atrapados.

    -Eso intento. -dije yo mirando al suelo parcialmente sonrojado tras tales halagos.

    Después vino M. y empezamos a hablar mientras bajábamos cosas; muchas de ellas antiguos objetos de la escuela, más concretamente, de 6º de EGB.

    -Venga J. ayúdame con esto. ¿Te suena? -dijo él con tono intrigado con toque de picardía.

    -¡Ostras! Esto era el tirachinas ese raro de madera que hicimos una vez y que me acuerdo que un día estábamos en el patio y tú lo estabas pintando mientras que yo decidí tirarle café podrido de una de las cajas que mi padre solía llevar a mi caseta para echar al huerto y que yo cogí un puñado de ese café y se lo tiré en la puerta de la casa de David El Malo. Me acuerdo muy bien. -curiosamente en ese sueño me vinieron recuerdos fortuitos de una época despreocupada marcada por el descendiente entusiasmo de una más que cruda realidad latente.

    Mientras bajábamos las cosas, empezábamos a percibir las ligeras sacudidas de un terremoto que avisaba de su cercanía y es que sólo faltaba una hora. Ya llevábamos bajando cosas durante más de 50 minutos y llevábamos hablando de nuestras anécdotas del pasado un buen rato cuando el terremoto nos insistió "amablemente" en que nos diéramos prisa y así lo hicimos.

    Después bajé a mi casa y ya quedaban 30 minutos pero de repente la arquitectura de mi casa también cambió y tenía 5 plantas/pisos como la casa de mi amigo M. Había que bajar las dos maletas, más la pequeña, más el portátil y no había tiempo porque de nuevo había una escalera de caracol de madera finamente tallada y cuya anchura era tan estrecha que apenas se podía pasar a menos que se fuera extremadamente delgado o pequeño. Yo soy normal.

    Pues bien, tuve que decidirme y le dije a mi madre que necesitaba el portátil porque era mi medio de trabajo y que podríamos recoger las maletas una vez se hubieran derrumbado la casa tras el terremoto. Mi madre me dijo de ofrecerse voluntaria para hacerlo pero le dije yo que no, que mejor se quedase fuera y que volvería en seguida.

    Poco antes de subir, recuerdo coches de bomberos y alarmas por todos lados fruto de la respuesta preparatoria previa al terremoto. El pueblo entero parecía una discoteca de colores de color naranja y de sirenas alocadas y una extraña sensación de pánico inundaba cada rincón de aquel humilde municipio; un pánico respirable que mermaba las posibilidades de optimismo de las personas más alegres.

    Me puse manos a la obra, subí como buenamente pude, ya quedaban solamente 10 minutos y las sacudidas eran cada vez más fuertes. Tras subir aquellas 5 plantas, me detuve a contemplar el comedor de mi casa con las fotos de mi primera comunión, los muebles, mi ordenador de sobremesa y poco más y con lágrimas decidí decirle un adiós y coger el bolso del portátil. Bajé como buenamente pude, raudo pero precavido, y tras quedar solamente 2 minutos antes del gran terremoto, logré salir jadeando y mi madre se alegró al ver que yo había conseguido mi propósito.

    -Me alegra ver que estás bien, hijo. -dijo ella con una sonrisa de Mona Lisa.

    -Estoy bien. ¡Mierda! Ya viene. -dije yo tan pronto como oí el terremoto sacudir nuestra casa.

    Una fisura se dibujó entre las dos plantas y empezó a derrumbarse. Nosotros decidimos irnos con la furgoneta reacios a contemplar semejante hecatombe arquitectónica. Decidimos irnos a un lugar en el que el terremoto no llegase, a mi caseta donde todo parecía estar en calma y sin cambio alguno.

    De repente, decidí irme a dar un paseo cuando, de repente y en medio de la montaña, había una playa con motos acuáticas. Decidí coger la moto acuática y a gritar cosas como la siguiente:

    -¡Que os den porque me voy de vacaciones! ¡Oh sí, oh sí, qué gusto, qué gusto!

    Pero entonces llamé la atención de un grupo de macarras sin identidad que habían en unas misteriosas casas de madera flotantes y que habían estado usando durante un tiempo como una especie de pueblo flotante en medio de una playa que resultó ser un gran lago como fruto de su evasión con la amarga realidad que estaban viviendo día a día con la civilización actual.

    -¡Eh tú! ¡Este no es tu sitio! ¡Esa moto es nuestra!-dijeron ansiosamente.

    -¡Tengo dos másters y hago lo que me da la gana! ¡He preparado mis clases y mis alumnos están más que satisfechos con el conocimiento que les transmito!-dije yo orgullosamente orgulloso de mí mismo.

    Empezaron a perseguirme y entonces empezó lo bueno. Empecé a dar saltos de hasta 4 metros por encima de una especie de remolques de 'trailers' que habían puesto aleatoriamente en el lago flotando y luego me bajé de la moto acuática para ir a través de las casas en un intento por conseguir una evasión sin éxito.

    Tras estar casi acorralado, decidí escabullirme por la ventana y coger otra moto acuática con la que finalmente conseguí saltar sobre uno de esos remolques de 'trailers' hasta que llegué a un extraño bosque en el cual automáticamente regreso a mi casa de mi pueblo donde había acontecido el terremoto famoso.

    Allí estaba mi madre y curiosamente estaban allí las maletas y el bolso/maletín o como se llame del portátil como si no hubiera pasado nada.

    -¿Ya te has despertado hijo? Es hora de ir a la iglesia. Come y nos veremos allí. -dijo mi madre.

    -Vale, de acuerdo. Pero, ¿por qué tenemos que ir a la iglesia? -dije yo.

    -Hay que buscar la paz y aparte de eso, hoy hacen una misa gospel.-dijo ella.

    -¿Una misa gospel? ¿Aquí? ¿En este pueblo? ¡Esto es España no EEUU! ¡Qué raro! Me gustaría verlo.-dije yo.

    -Vale. -dijo ella con un tono de aprobación maternal con lo que acto seguido nos pusimos rumbo a la iglesia.

    Llegamos a la Iglesia del Ángel, como se le conoce a esa iglesia en mi pueblo comúnmente y entonces mi madre se fue dejándome allí solo. Por algún motivo, yo me sentía algo intimidado y con miedo a que mis antiguos enemigos del pasado del instituto estuvieran allí mas no había nadie de aquel entonces.

    De repente, veo como un párroco abre la puerta y me pregunta si estaba listo para empezar yo la misa gospel con mi compañero de raza negra con el que había estado viviendo en Birmingham desde octubre en un piso compartido con 4 personas más. Yo asentí y de repente, me veo a mi compañero de raza negra ensayando su gran cántico para la misa gospel y puliendo su voz como si de un concurso de canto a vida o muerte se tratase.

    Más adelante, yo cierro la puerta de madera que da a la cámara central de la iglesia para quedarme en una de las habitaciones anexas al mismo edificio. La puerta de madera olía a solemnidad y tenía talladas escenas de santos y del 'Via Crucis' o camino de la cruz de Cristo antes de la crucifixión.

    De repente, se abre una puerta que da lugar a un pasillo con paredes multicolores en el que habían unas chicas parecidas a los miembros del grupo Dover y que estaban maquillándose. La puerta una vez se cerró ya no se volvió a abrir con lo que marcaba una transición a un mundo o episodio diferente. Ignorando a estas chicas, decidí cruzar el pasillo y abrir la puerta que estaba al otro extremo.

    Aparezco de repente en un patio con niños de un colegio en el que veo a antiguas personas del pasado, más concretamente, de mi instituto (el primero, ya que fui a dos) y que estaban allí con sus hijos que aparentemente eran mis alumnos. A medida que me cruzaba con ellas, solían dirigirme miradas y sonrisas seductoras a la par que caricias con sus suaves y seductoras manos a la vez que me felicitaban por mis méritos educativos en cuanto al rendimiento de sus hijos se refería.

    Finalmente entro en mi antiguo colegio donde tenía que asistir a una clase de Educación Física a la que supuestamente no habíamos ido en 2º de ESO porque habíamos estado de excursión de fin de curso y la teníamos que recuperar. Allí estaba, en aquel entonces, la que conocíamos todos por ser la "tía más buena de la clase" estirando las piernas en perpendicular demostrando con ello que había estado manteniéndose en forma con lo cual había mantenido su elasticidad intacta como en aquel entonces mientras los demás veíamos "literalmente babeando" semejante obra de arte.

    Después y, tras acabarse la clase, nos fuimos al vestuario aunque esta parte no se especifica muy bien puesto que al cruzar la puerta del vestuario pasó lo siguiente. De nuevo, otra fase de transición en la que aparezco con una persona extraña que a continuación se menciona.

    Así pues y como decía, aparezco yo con una chica 'heavy' o de estética 'heavy' con cara de guarra y mirada erótico-seductora diciendo que quiere bañarse en un barril de agua que había, curiosamente, en casa de mi abuela (DEP) en la que curiosamente llevábamos viviendo un año o así. Lo más gracioso es que no sabía nada de ella.

    Una vez acabó de bañarse en aquel barril, me sugirió lo siguiente:

    -¡Ven a la cama que tú y yo tenemos asuntos pendientes! -me dijo ella con voz de 'fendom' con lo cual activó mi claxon genital alegrándome con ello el resto del día. Después y, no sé cómo, aparezco yo de nuevo en casa con mis padres pero en un pasillo multicolor parecido al que había en la iglesia esa rara con dos chicas parecidas a las integrantes del grupo Dover y una de ellas se me acercó y me dijo:

    -¿Te apetece probar de mis labios? ¿El elixir de la eterna seducción? -dijo con voz de guarra y persuasora de marketing internacional.

    Empezamos a besarnos y a tocarnos hasta estar los dos en una cama haciendo cosas sanitarias cuando de repente me fijé en su nariz que parecía tener una forma extraña.

    -Un momento, ¿qué le pasa a tu nariz? -dije yo intrigado.

    -¿Mi nariz? Mi nariz tiene la forma que una vez tuvo uno de tus antiguos recuerdos. -dijo ella. Yo, obviamente, no le encontré sentido alguno a aquella afirmación/respuesta.

    De repente sonó el despertador quitándole toda la gracia a la situación pues después fuimos a continuar el tema de la sanidad.

    Bueno, ¿qué creéis que puede significar este sueño?

    Saludos.

    Forcemil.



  • 1

    Poleo y me lo leo luego



  • 2

    No sé, yo creo que la nariz simboliza el pasado del cuál no puedes desprenderte. Tu madre te insta a que vayas a redimir tus pecados en la iglesia, donde encontrarás la iluminación con las chicas gospel. Solo entonces encontrarás la felicidad.

    Hilo patrocinado por la conferencia episcopal



  • 3

    Yo no creo que los sueños tengan una interpretación con patrón , son como los cuadros abstractos , después de mirarlos un rato cada uno les da una interpretación por mucho que te impongan un título .





Has perdido la conexión. Reconectando a Éxodo.